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Murió Kenya, la elefanta que fue llevada desde Mendoza a un santuario de Brasil

El animal tenía 44 años y vivió en el ex Zoológico. En julio fue transportada a un Santuario de Mato Grosso. Cuándo se sabrá la causa de muerte.

Murió Kenya, la elefanta que fue llevada desde Mendoza a un santuario de Brasil

El animal tenía 44 años y vivió en el ex Zoológico. En julio fue transportada a un Santuario de Mato Grosso. Cuándo se sabrá la causa de muerte.

La elefanta Kenya, que vivió durante muchos años en el ex Zoológico de Mendoza, falleció en el Santuario de Brasil ubicado en el Mato Grosso, donde había sido trasladada en julio por el Gobierno de Mendoza, ya que era la última de su especie en cautiverio en Argentina.

La noticia fue confirmada por Proyecto Ele en su cuenta de Instagram: “Esta mañana Kenya dejó este plano, tras varios días en los que su salud se fue deteriorando y fue atendida de forma permanente por el equipo de Santuario de @elefantesbrasil. Aún no se conocen las causas exactas de su fallecimiento”, expresaron.

Además, explicaron que “hoy se realizará la necropsia con la participación de profesionales universitarios que habitualmente colaboran con el SEB, y los resultados estarán disponibles dentro de algunas semanas”.

Desde el santuario informaron que, en los días previos a su fallecimiento, el equipo mantuvo un monitoreo constante debido a que el animal presentaba dificultades físicas. La elefanta fue acompañada durante toda la noche por cuidadores especializados y su muerte se produjo de manera rápida y sin signos de sufrimiento.

Desde el Ecoparque mendocino, manifestaron el dolor por el fallecimiento de la paquidermo.

Estamos sumamente tristes. Vamos a esperar los resultados oficiales de la necropsia para entender qué pasó. La comunicación con el santuario fue permanente y estábamos al tanto de que Kenya venía presentando dolencias”, expresó el director de Biodiversidad y Ecoparque, Ignacio Haudet.

El traslado

Kenya tenía 44 años. Nació en 1981 y llegó a Mendoza en 1985, con apenas cuatro años de edad, mediante un canje realizado en el marco de un convenio con el zoológico alemán Tierpark Hagenbeck.

Fue durante décadas la última elefanta del entonces zoológico provincial y, posteriormente, de Argentina.

Su traslado al Santuario de Elefantes de Brasil, concretado en julio de este año, marcó un hito para el personal del Ecoparque de Mendoza y para el país.

El proceso de preparación comenzó en 2017 e incluyó años de trabajo técnico, sanitario y conductual, con el objetivo de garantizar que el traslado se realizara respetando el bienestar del animal y reduciendo al mínimo posible cualquier situación de estrés.
Durante ese período, Kenya fue entrenada mediante el método de condicionamiento operante con refuerzo positivo, un enfoque basado en la cooperación voluntaria del animal.

Esto permitió realizar controles veterinarios periódicos, obtener muestras biológicas, completar los estudios sanitarios requeridos y avanzar en la tramitación del Certificado Veterinario Internacional y los permisos nacionales e internacionales exigidos por la normativa vigente.

El traslado implicó un recorrido de aproximadamente 3.600 kilómetros y se realizó en un contenedor especialmente diseñado para elefantes.

El Santuario de Elefantes de Brasil (SEB) es una organización sin fines de lucro única en Sudamérica, creada con el objetivo de transformar la vida de elefantes que han vivido largos años en cautiverio. Su origen se remonta a 2012, a partir de una alianza entre Elephant Voices y Scott Blais, cofundador de The Elephant Sanctuary, en Tennessee, Estados Unidos.

El establecimiento cuenta con un bioma adecuado para la especie, grandes extensiones de territorio natural, áreas abiertas con vegetación nativa y recintos que van desde las 40 hasta las 400 hectáreas. Allí, los elefantes reciben dietas especialmente diseñadas y atención veterinaria permanente, en un entorno que permite conductas naturales y la posibilidad de socializar con otros individuos de su especie.

Tras su llegada, Kenya comenzó un proceso de adaptación al nuevo entorno y pudo interactuar con otros elefantes, avanzando hacia una vida en condiciones significativamente más cercanas a su naturaleza.

Fuente: El Sol

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