Lula da Silva asumió su tercer mandato como presidente de Brasil: "Democracia para siempre"
Diecisiete presidentes y jefes de Gobierno, junto a cinco vicepresidentes de todo el mundo, participaron en Brasilia de la asunción del Luiz Inácio Lula Da Silva.

Luiz Inácio Lula da Silva juró -por tercera vez- como presidente de Brasil. Así se dio por finalizada la ceremonia de asunción del mando. Al momento de dirigirse a la multitud que acompañó la comitiva, como parte de su discurso de asunción, que pretende "construir la democracia" de su país "sobre bases sólidas".
Lula de Silva, recibió esta tarde la banda presidencial de manos de una mujer negra y rodeado por representantes de etnias y minorías sociales, ya que el presidente saliente, Jair Bolsonaro, viajó a Estados Unidos para evitar esta ceremonia y el vicepresidente saliente, Hamilton Mourao, se negó a suplirlo en el traspaso del mando.
En el marco de las primeras definiciones políticas anunció un salario mínimo de 1.320 reales (250 dólares), en tanto que aseguró que tendrá como norte "revitalizar el Mercusur". Por otra parte, el mandatario brasileño dijo que revocará los decretos de acceso a armas, ya que "Brasil no necesita armas en manos del pueblo". En este sentido, anunció que se va a reunir con todos los gobernadores de los Estados brasileños "para definir prioridades", "estructurar un nuevo pacto para generar empleos" y "buscar recursos" para financiar estos cambios. "Democracia para siempre", prometió. "Prometo mantener, defender y cumplir la Constitución, observar las leyes, promover el bien general del pueblo brasileño, sustentar la unión, la integridad y la independencia de Brasil", expresó el líder del PT con la mano en la Constitución, ante un auditorio colmado, entre quienes estaban el mandatario argentino Alberto Fernández.
"Los recursos sanitarios se han vaciado. Han desmantelado la educación, la cultura, la ciencia y la tecnología. Destruyeron la protección del medio ambiente. No dejaron recursos para comidas escolares, vacunación, seguridad pública", lamentó.
El jefe de Estado brasileño se comprometió a asistir a las capas más pobres de la sociedad.
"Ninguna nación se ha levantado ni puede levantarse sobre la miseria de su pueblo. Este compromiso empieza por garantizar un Programa Bolsa Família renovado, más fuerte y más justo para atender a los que más lo necesitan", indicó.
En ese sentido, sostuvo que las primeras medidas del Gobierno tendrán como prioridad "rescatar a 33 millones de personas del hambre y rescatar de la pobreza a más de 100 millones de brasileños que han soportado la carga más pesada del proyecto de destrucción nacional que hoy termina".